viernes, 17 de agosto de 2012
HELADO CASERO DE TURRÓN DE JIJONA
Los helados son saludables, aportan calcio y nutrientes muy importantes por lo que no es una golosina cualquiera, sino un alimento útil para la dieta diaria… y ni que hablar cuando lo hacemos en casa.
Hay quienes creen que no puede hacer helado casero sin la maquina heladora, excusa que nos encargaremos de revocar completamente.
El helado puede hacerse siguiendo la receta indicada. Luego, llevaremos el preparado al frigorífico y después al congelador en algún recipiente apto para este frío (tupper), sin necesidad de utilizar una heladora. La forma de reemplazar el trabajo que cumple la máquina será retirando cada tanto el helado para batir y volver a mezclar el preparado. Luego, lo volveremos a colocar al frío y repetimos esta operación varias veces hasta que el helado tome la consistencia deseada.
Revolviendo cada tanto impedimos la formación de cristales y la textura del helado se vuelve cremosa y suave. Además, contamos con la ayuda del azúcar que evita que se congele el agua que se usa en la preparación.
Solucionado el problema de no tener heladora y de cómo evitar la cristalización de nuestro helado casero, os explico la preparación de este helado casero de turrón de Jijona.
Lo prepararemos con tropezones de turrón como debe ser y como lo preparan los entendidos en Alicante. Con todo el sabor a Jijona y una textura suave, pero con un premio de trocito de turrón que toca entre cucharada y cucharada, hace a este helado un postre delicioso en cualquier estación del año.
Ingredientes:
• Para la leche aromatizada: 300 ml de leche entera, la cáscara de un limón y dos ramas de canela.
• 400 ml de nata para montar o crema de leche 35% MG (2 envases de 200 ml)
• 100 g de azúcar blanquilla o 3 cucharadas de miel (a vuestra elección)
• 1 tableta de turrón de Jijona (300 g.), 150 g para la crema de turrón y 150 g para los tropezones del helado.
• 3 yemas de huevo
Elaboración:
El primer paso es preparar la leche aromatizada. Para ello, lavar muy bien el limón y pelar su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego no amargue el postre. Calentamos la leche a fuego medio casi hasta el punto de ebullición. Bajamos la temperatura y retiramos del fuego, añadimos la piel del limón y las ramas de canela. Dejamos todo en reposo durante 5 minutos infusionando la leche. Reservamos.
Añadimos la nata líquida a la leche infusionada y calentamos a fuego bajo hasta que se temple.
Mientras cascamos los huevos y separamos la yemas. Añadimos el azúcar a las yemas y batimos manualmente con unas varillas hasta que se quede como una crema.
Partimos por la mitad la tableta del turrón (una parte para la crema y otra para los tropezones). Reservamos por tanto media tableta y la otra media la cortamos en dados. Los añadimos a la crema de leche-nata con las yemas, el azúcar y un pellizco de sal. Batimos todo muy bien hasta que los ingredientes estén bien integrados. Dejamos unos minutos a fuego lento y sin dejar de remover para que la crema se integre bien y hasta que espese un poco (no debe llegar a hervir o se cortará).
Dejamos enfriar la crema de turrón completamente antes de meterla en un recipiente o tupper. Mientras tanto troceamos la otra media tableta de turrón para hacer los tropezones (el tamaño de estos, a vuestro gusto). Cuando esté fría la crema añadimos los tropezones, removemos y metemos en un tupper tapado en el frigorífico. Debemos dejarla allí durante tres horas.
Pasado este tiempo la metemos en el congelador otra hora más de reposo. Finalmente estaremos otras dos horas y media o tres removiendo el helado cada poco tiempo para ir rompiendo la cristalización. Para removerlo lo sacamos y pasamos la crema a un bol (de metal si es posible) que previamente hemos tenido en la nevera, (tiene que estar muy frío), y batimos con unas varillas para evitar la formación los cristales, ya que por mucha grasa que tenga la base del helado se pueden llegar a formar.
Durante la primera hora recomiendo hacerlo cada diez-quince minutos, después cada treinta minutos y así hasta completar el tiempo. Luego dejamos definitivamente en el congelador hasta el día siguiente. Y ya tendremos nuestro helado de turrón.
Y aquí lo tenéis, un helado de aupa, para el verano, Navidad, o para cuando os dé la gana. Sólo tenéis que guardar unas tabletas de turrón en fechas navideñas y tendréis helado todo el año.
Buen provecho.