Estas costillas adobadas al horno son muy fáciles de hacer y quedan de rechupete. Sólo hay que adobar un poco la carne y dejar que el horno haga el resto.
Normalmente llevan un acompañamiento de patatas que se hacen también al horno a la vez que las costillas, pero yo en esta ocasión, con los calores que hacen por estas tierras jiennenses, las voy a acompañar con una ensalada fresquita.
Si las quieres acompañar con patatas, al final de la receta te ofrezco varias sugerencias.
Dependiendo de la ocasión y del momento, podrás comerlas utilizando cuchillo y tenedor o pringarte hasta los codos y comerlas con los dedos, con su respectivo “rechupeteo”.
Seguro que te van a encantar.
Ingredientes:
• 1 kg de costillas de cerdo en 2 piezas
• 4 dientes de ajo
• 1 cucharadita de pimentón dulce de La Vera
• 1 cucharadita de orégano
• 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
• sal
• 100 ml de aceite de oliva virgen extra
• 100 ml de vino blanco
Elaboración:
En primer lugar prepara el adobo. Para ello, tritura los ajos pelados en un mortero y después añade el pimentón, el orégano, la pimienta, la sal, el aceite y el vino. Remueve para que se mezclen bien todos los ingredientes.
Con toda esta mezcla, pincela las costillas por toda su superficie y deja adobar durante unas dos horas en el frigorífico, bien tapado con film transparente o de lo contrario se nos impregnará todo el frigorífico con este olor. También puedes hacerlo la noche anterior y así tomará aún más los sabores.
Quita la bandeja del horno ya que no la vas a utilizar (deja solo la parrilla) y precalienta el horno a 200º durante 10 minutos.
Pon las costillas con su adobo en una fuente de horno (de vidrio, de cerámica, de barro…) y hornea durante media hora a 180º. Calor arriba y abajo.
Pasado este tiempo, dale la vuelta a la carne y vuelve a hornear otra media hora, hasta que las costillas queden doradas.
El tiempo de horneado es aproximado; depende de cada horno y del grosor de las costillas.
Como ocurre con cualquier asado al horno, no puedes meter en el horno y dejar abandonado hasta que se cumpla el tiempo previsto; hay que vigilar el cambio de color y el caldo. Si se resecaran demasiado, añade un poco de agua para que no se queme la salsa.
Sirve inmediatamente, salseando con el jugo que dejan.
Buen provecho.
Sugerencias:
Si quieres acompañar con patatas (preferiblemente en otra época del año), vas a necesitar 3 patatas medianas que podrás hacer de este modo:
- Cocer las patatas enteras y bien lavadas -con piel- unos 15 minutos. No deben quedar muy tiernas, porque se van a terminar de hacer en el horno. Sacar de la cocción y dividir en gajos (6-8 gajos de cada patata). El momento de incorporarlas a la bandeja del horno es a la media hora de horneado de las costillas, cuando le damos la vuelta transcurrido ese tiempo. Regarlas con el jugo de la cocción.
- También podemos ponerlas en crudo desde el primer momento de cocción de las costillas, pelándolas, lavándolas bien y troceándolas como cuando hacemos un guiso. Cuando haya pasado media hora y le demos la vuelta a las costillas aprovechamos para regarlas con el jugo del adobo que en ese momento haya en la fuente de horno.
- Por último, mientras elaboramos nuestras costillas al horno, podemos hacer unas Patatas a lo pobre como acompañamiento. Seguro que será un magnífico acompañamiento.