miércoles, 13 de junio de 2012

HABAS FRITAS CON CEBOLLETAS, JAMÓN SERRANO Y HUEVO


Estamos acabando la temporada de habas y hay quien las desgrana y las congela, y tiene habas durante todo el año. De paso evitas tener que comerte todas las habas de la cosecha. Como decían los antiguos cuando segaban garbanzos: "hasta que no se apure el saco de garbanzos no se cambia de potaje". Así que cada día la mujer daba vuelta al menú sin olvidarse de los garbanzos: Cocido con garbanzos, Fideos con garbanzos, Espinacas con garbanzos, Puchero de garbanzos, Bacalao con garbanzos... y así, un largo etcétera hasta apurar el saco de garbanzos.

Las habas son ricas en hidratos de carbono y proteínas vegetales, minerales y fibra, que mejora el tránsito intestinal.

Personalmente como más me gustan las habas son fritas, preparadas con cebolleta fresca, unos trocitos de jamón serrano y con su buen aceite de oliva virgen extra, acompañándolas la mayoría de las veces con un huevo frito o escalfado. Y siempre escogiendo las más pequeñas.

Hay quien en recetas similares a esta utiliza tanto las habas como las vainas.

En esta receta solo vamos a utilizar las habas ya desgranadas. Por lo tanto, al comprarlas, debemos adquirir aproximadamente unos tres kilos para que al desgranarlas, despreciando las vainas, se nos queden en un kilo de habas limpias.

Ingredientes:
1 kg de habas frescas desgranadas (medianas o pequeñas)
2 ó 3 cebolletas tiernas
200 gr de jamón serrano (de la parte más blanda y tierna del jamón)
4 huevos (uno por comensal)
aceite de oliva virgen extra
1 vaso de agua (250 ml)
sal

Elaboración:
Desgranamos las habas y picamos las cebolletas.

En una sartén amplia ponemos un generoso chorreón de aceite de oliva y añadimos las cebolletas picadas y las habas. Agregamos un vaso de agua y una pizca de sal (sin pasarnos ya que después le añadiremos el jamón, que ya lleva sal).

Tapamos y dejamos, a fuego suave, que enternezcan y reduzcan hasta que queden en el aceite, removiendo de vez en cuando.

Cuando veamos que están hechas y se ha consumido el agua, añadimos el jamón, en lonchas finas troceadas o en taquitos (según gusto). Removemos para que se haga un poquito el jamón (en un par de minutos está listo) y las sacamos a una fuente ayudándonos con una espumadera para que escurran el aceite.

En una sartén más pequeña, con el mismo aceite que nos ha sobrado de freír las habas, vamos cascando y cuajando lentamente los huevos, de uno en uno, y los vamos emplatando con su ración de habas y jamón. La yema debe quedarnos blandita para poder mojar.

Así de fácil es esta receta, haciendo realidad el dicho que dice: "En todas partes cuecen habas".

Solo nos falta un buen vino tinto o un fresquito vino de verano para acompañar.

Recomendación:
Para sacar (o pelar) las habas de las vainas, y puesto que es una tarea un tanto “entretenida”, -además de escuchar buena música- recomendaré la utilización de unos guantes de látex. En caso contrario, nos quedaremos con los dedos ennegrecidos durante un par de días.

Buen provecho.